Cuando fui a mi primer clase de sommelerie, lo hice por que me caía simpático el oficio pero ni siquiera tomaba vino, no me gustaba era intolerable para mi.
Tenía sólo dos profesores uno de Francia y uno de España, cada uno se cargaba más de 30 años de oficio y fueron algunas curiosidades sobre sus vidas personales las que me hicieron entender que estaba en el lugar indicado.
La profesión del sommelier requiere de tener activos todos los sentidos, requiere saber del presente, del pasado y del futuro; saber de actualidad ya que un buen servidor tiene que ser una persona instruida e informada, pero hay algo que debe estar siempre por sobre todas las cosas, la humildad aunque sepamos que el otro no está en lo correcto, una gran capacidad (que sólo se desarrolla con la práctica) para poder transmitir el placer de abrir una botella y disfrutar de un vino, y lo más importante de todo es… PASIÓN. Sin pasión por su profesión jamás llegarán a nada.
Participar en un certamen tan importante como este, les da la posibilidad de acercarse cada vez más a un equilibrio, entre la teoría y la práctica, un concurso siempre los hace ganar aunque Uds. no sean los que reciban la medalla, por que les enseña a perder y levantarse para perfeccionarse. Miren, copien, aprendan.
En lo personal espero que cada participante pueda cumplir con lo pautado y pueda demostrar básicamente que se puede ser humilde sin perder la pasión.
Para esta competencia les recomiendo mucha práctica previa, probar y probar, en una degustación siempre es fundamental la primera impresión, ese primer aroma, y perder siempre el miedo al que dirán.
El vino se hace con gente que siempre transmite lo mejor de sí mismo para hacer este noble producto. Ahora es tarea de Uds. hacer que el consumidor se lleve la mejor impresión.
DISFRUTEN DE SU TRABAJO!!!!
Gabriel Bosso
Revista El Conocedor.
Jurado Olimpiada Culinaria Estudiantil
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