En el mundo empresarial, es fácil relacionar la imagen personal como superficial o frívolo. Es importante recordarte que vivimos en una sociedad que avanza a pasos agigantados y que cada día te ofrece el ingenio de ser percibidos y también de percibir.
Tu aspecto físico, tu vestuario, tu lenguaje, tus gestos, tus expresiones, tus movimientos, tus modales y formas sociales, configuran tu imagen integral. Por lo tanto, quien te escucha se hace una idea de quien eres y cómo eres. De esta visión dependerá el resultado de tu valoración final.
Aunque no seamos conscientes, nuestra personalidad se proyecta a través de la imagen que ofrecemos al exterior, por ello debemos de tener muy presente que nos corresponde cuidarla al máximo. De nosotros depende triunfar o no en el ámbito de trabajo y de negocio.
Mantener una buena imagen personal, será nuestra mejor arma para conseguir una imagen profesional de éxito y liderazgo. Un equilibrio perfecto.
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