La semana santa se caracteriza por el consumo de platos particulares que difieren a los consumidos en nuestro país de forma cotidiana. Desde un punto de vista religioso en Semana Santa no se puede comer carne roja debido a dos motivos principales: Por un lado la carne roja roja representa la carne y la sangre de Jesús crucificado, por otro lado, una persona debe despegarse y controlar sus deseos.
HUEVOS DE PASCUA
El Huevo representó en las culturas antiguas el símbolo de la resurrección, fertilidad y nacimiento. En el Antiguo Egipto por ejemplo, el ave Fénix se quemó en su nido y resurgió de las cenizas a partir de un huevo. En la Edad Media los huevos se pintaban y se regalaban pero no se consumían. Fue en el siglo XVII cuando el Papa Pablo V levanta la prohibición del consumo en Semana Santa y bendice un huevo. Cuando América se transforma en productora de materias primas, el cultivo de cacao cobra importancia para los europeos quienes utilizan la materia para realizar los primeros huevos de chocolate. Desde la iglesia, la cáscara del huevo representa la sepultura de cristo, el domingo, dicha cáscara se rompe para dar lugar, de forma simbólica, la resurrección del Mesías.
CONEJOS DE PASCUA
El conejo fue considerado un animal mítico en las culturas germánicas y anglosajonas. El conejo era asociado a la diosa de la primavera y la fertilidad Astarte. Los cristianos cuando extendieron la palabra de cristo a culturas que ellos consideraban paganas adoptaron determinadas costumbres exóticas para que la evangelización sea menos abrupta manteniendo rituales determinados. Es por ello que actualmente tenemos un conejo de pascua en la mitología cristiana presenciando la resurrección del Mesías. Cuando cristo asciende a los cielos utiliza a su único testigo como mensajero principal para llevar las buenas nuevas a todos los niños.
¡FELICES PASCUAS !
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