Homero, el poeta griego del siglo VIII A. de C. padre de la poesía occidental, nombró al aceite de oliva como "oro líquido".
Seguramente el autor de La Ilíada nunca imaginó que este producto sería en pleno siglo XXI una prenda comparable al oro mineral: hoy la cotización del aceite de oliva es de 5 a 11 dólares el litro.
Hasta ahora - a la luz de las crónicas - sólo relacionábamos al aceite de oliva con ceremonias religiosas en antiguas civilizaciones que bordeaban el mar Mediteráneo. Nunca hubiéramos pensado que este subproducto de la agricultura que fuera llevado - como el vino - a un sitial de privilegio en la historia de la humanidad, fuera usado en la metalurgia, como se asegura ahora en Chipre.
"Sabemos que el aceite de oliva llegó a nuestra comida alrededor del año 1.000 A.C, pero esta es la primera vez que tenemos pruebas de laboratorio de que era usado para fundir como combustible", contó a Reuters la arqueóloga Maria Rosaria Belgiorno.
Chipre era famoso en la antigüedad por su cobre y se cree que le dio su nombre al término latino para el metal, cuprum.
"Esta es la primera vez que esto ha sido descubierto ... y en Europa sólo recientemente la industria se ha volcado en los bíocombustibles. Este aceite quema como benceno", dijo Belgiorno.
MARCAS OSCURAS
Se piensa que el emplazamiento de la fundición conocida como Pyrgos Mavroraki era parte de una unidad industrial mayor que data del año 2.000 A.C, cuando Chipre estaba entre el principio y la mitad de su edad de bronce.
A unos 90 kilómetros al sudeste de la capital Nicosia entre casas de campo, el complejo incluye trabajos de fundición de cobre, instalaciones textiles para tejer y teñir, una bodega y una prensa de aceitunas.
Pruebas realizadas por el Instituto Italiano de Tecnologías Aplicadas al Patrimonio Cultural, para el que Belgiorno trabaja, han descubierto residuos de aceite de oliva en el lugar.
Belgiorno dijo que los investigadores estaban confundidos por el hecho de no encontrar carbón, el combustible más usado en esa época. El carbón permanece intacto a pesar del paso del tiempo, dijo .
"No había zonas de almacenamiento de carbón. Hemos descubierto que para fundir cobre se necesitan cinco kilos de aceite de oliva, comparado con los 80 kilos de carbón", agregó. Las marcas oscuras en la tierra prensada en el complejo son manchas del aceite usado en los hornos, huellas que además no desaparecen. Pero es la primera vez que la ciencia ha probado de manera concluyente que el aceite de oliva fue usado como combustible, afirmó.
Fuente: www.diariodelvino.com
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